Ya solo quedan por mi calle,
los paseantes de perros,
el camión de frutas y verduras
que aparca su cansancio bajo la farola y
las dulcineas del Toboso como yo,
que siempre esperan algo que no tienen
y que se tiran la cerveza en la solapa
porque no saben beber como las señoritas.
los paseantes de perros,
el camión de frutas y verduras
que aparca su cansancio bajo la farola y
las dulcineas del Toboso como yo,
que siempre esperan algo que no tienen
y que se tiran la cerveza en la solapa
porque no saben beber como las señoritas.
2 comentarios:
Por tu calle, también quedan pasiones escondidas en las esquinas, solo basta rascar un poco entre el adoquin, alborota con las manos, efarata con los ojos, hay palabras, carne y boca y hay una bestia parda .... salvaje ... anda suelta...
El mundo entero pide una nueva entrada.
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